Dicen que no hay don que se reciba sin dolor. Nosotros lo sabemos bien. Dios nos escogió y la Oscuridad nos sedujo. Tuvimos todo y perdimos todo. Cinco elegidos que caímos por nuestra arrogancia. Y una amistad que nos redimió cuando parecía tarde. Los cinco de Killkeny fuimos.
Esta es nuestra historia…